Así lo manifestó una de las vecinas
de barrio “Quique” cuando se comunicaron
con nuestro medio para pedir ayuda, ya que hace años que viven con varios
problemas por actos de desidia y negligencia por parte del gobierno municipal.
Las imágenes fotográficas hablan por sí mismas.
Los últimos días de la semana
pasada dejaron huellas en algunos barrios de la ciudad, tras las copiosas
lluvias que se desataron, diezmando a gran parte de la comunidad. Precisamente
los lugareños del barrio “Quique” exactamente
sobre calle Sarmiento al 1700 en adelante
entre Corrientes y Avenida Argentina; manifestaron el día jueves que la
situación ya está desbordando su estilo de vida, a tal punto que las lágrimas
son parte del escenario.
“Presentamos un expediente en la
Municipalidad, vinieron y no lo terminan nunca; estamos sin luz, sin mejorado,
los pastizales sin cortar, muchos bichos y
alacranes. Acá hay muchos chicos; por ejemplo, yo tengo dos y tengo
miedo” -
explicó una vecina.
Continuó: “No se puede salir, estamos en un
pantano, vamos a trabajar pero es un sacrificio salir, la verdad hoy entre
descalza y llorando”
Las fotos que llegaron a nuestras
manos demuestran por la odisea que enfrentan estos vecinos día a día, y de
manera más contundente los días de lluvia. Como puede verse en las imágenes, el
lugar se asemeja a un fangoso pantano que cubre toda la calle y gran parte de
las verdes de toda una cuadra completa. A la hora de salir de los hogares, se
presenta el gran dilema de cómo hacerlo sin embarrarse, caerse o terminar bajo
el agua.
Una integrante de la familia
Santa Cruz-Bodart, narró para nuestro medio: “Tenemos calles de barro, nada de
mejorado, no hay cunetas, poca luz, no llegan las cloacas, obviamente tampoco
el gas, pastizales altos, por eso aparecen bichos; cuando llueve es imposible
salir… ¡No hay veredas!”
Los damnificados tomaron la
iniciativa de organizarse y acudir a las autoridades en buscar de una respuesta
loable a su pedido de auxilio constante; pues la intención de estos vecinos es
simplemente vivir dignamente como cualquier ciudadano. Como todos imaginamos la
contestación de los funcionarios, fue desalentadora: “Personalmente nos tomamos el
trabajo de presentar un informe en la municipalidad con una nota firmas de los
vecinos y fotos. Vinieron una semana hicieron un poco de zanjeo pusieron algunos
caños y ahí quedo a la mitad. Pasaron los días y peor; como se ve en las fotos.
Con respecto al expediente lo presentó mi esposo, nunca hablamos con nadie,
porque te reciben y después lo pasan” - Expuso la vecina; quién además
añadió: “En este momento lo peor para mí, es el barro porque tengo dos
criaturas chicas y trabajamos todo el día ambos, y cuando pasa esto, moverlos
es imposible. Hoy cuando salí de trabajar el agua corría por la calle Avenida Argentina,
para ir a mi casa, me saque los zapatos me arremangue el pantalón y en bici a
cuesta llegué, Imagínate como… ¡Con mucha bronca! “
Cuando le consultamos que hacen
para llevar a los chicos a la escuela al
salir de las viviendas en circunstancias como las de la semana pasada,
respondieron: “Algunos no van, otros como hoy, que una nena venía caminando con el
agua hasta las rodillas. Las ambulancias no entran, los remises menos; así que
morimos tranquilos… Esa es mi preocupación con dos bebes; el colectivo
municipal pasa los día de sol…”
Otro de los inconvenientes que
los vecinos de esa zona de la ciudad deben confrontar es el más relevante ya
que se trata de los servicios públicos, donde en este caso la vecinal cuanta
solo con energía eléctrica y agua potable; el resto brilla por su ausencia.
“Pasa
el basurero, obvio, y nada más; los pastos no los cortan porque son terrenos
con dueño supuestamente”
– comentó un familiar de Santa Cruz -Bodart
También relataron los lugareños
que al no poseer en las viviendas con el servicio de cloacas (prometido hace
años por el municipio) revelaron que dos veces al mes deben contratar un
servicio para el vaciamiento de las fosas sépticas, dejando por asentado que
son muy caras, el costo ronda los $ 400 por vez. “Más impuesto municipal y
provincial” - agregaron los vecinos.
¡Queremos
decirles a las autoridades que por favor nos ayuden y que se acuerden de esta
parte de la ciudad; muchos años que estamos así… muchos! – Suplicó por último la vecina.
Increíblemente hace algunos días,
los cañadenses volvimos a conocer las necesidades de nuestra gente, las mismas
que hace años vienen manifestándose en nuestros barrios; pero que por causa del
temor, el clientelismo, la necesidad y el oportunismo de quienes se aprovechan
de estos flagelos, se sirven de las zozobras de nuestros pares, simplemente
para aferrarse al poder. Ese poder que cae cuando lo único que se hizo, es
hacer caso omiso a éstas reivindicaciones inmediatas, luego de las victoriosas
elecciones. Vuelven a aparecer las negligencias, por causas de desidias y
abandono, cuando ya dejaron ser útiles, los votantes. Se termina la farsa del
relato paternalista y resurgen las realidades.
Fuente: El Informe de la Ciudad