Dos
hermanos de Cañada de Gómez habitan de hace 50 años una vivienda ubicada en
calle Avellaneda al 600; pero la casa pertenece a una institución eclesiástica
local. El techo de la propiedad que continúa siendo habitada por uno de los hombres,
se desmoronó hace 3 años y aún sigue en ese estado. Según el relato de la
sobrina los hombres dormían en la habitación debajo de los restos del techo.
Por
Emanuel N. Soverchia
En diálogo con
Débora estuvimos en la vivienda ubicada sobre calle Avellaneda al 600 de
nuestra ciudad; lugar donde Rubén y Luis; dos hermanos que habitan desde hace
medio siglo. Rubén de 67 años de edad, continúa viviendo en esa casa, donde
todavía está colapsado el techo sobre la habitación; no cuentan con ningún
servicio y la humedad invadió totalmente las paredes y los pisos. Su hermano
Luis muy enfermo, casi postrado en su lecho fue rescatado su sobrina quien lo
llevó al nosocomio local para ser tratado por su deteriora salud. Hoy no tienen
donde vivir, ya que esa casa está en muy mal estado y quienes se adjudican la
propiedad de la vivienda no les permiten ponerla en condiciones habitables. A
continuación la palabra de Rubén y su sobrina Débora.
-R.:
Si, bueno, el
techo que se cayó hace más o menos tres años, cuando se rompió una viga; el
resto más o menos…viste.
-¿Ustedes seguían
durmiendo en esa habitación con el techo caído?
-R.: Sí, del otro lado dormíamos
nosotros… (Debajo del techo desmoronado).
-Sabemos
que la vivienda no cuenta con ningún tipo de servicio; como agua, gas… ¿verdad?
-R.: No, no… nada
más tenemos la cocina (con garrafa).
-Rubén
¿de quién es este terreno en donde vive usted?
-R.:
Esta casa está
en la calle; la mitad pertenece a la Municipalidad y la otra mitad es todo de
los curas (Iglesia Católica)
-¿Y
usted cómo o quién le permitió vivir en esta propiedad?
-R.: Cuando vivía mi viejo; fue a
hablar con el Padre Amiratti para que le permitiera vivir en este lugar; y le
dijo que sí… y vinimos para acá nosotros…
-Ahora
me dicen que están teniendo problemas con la casa ¿Quiere contarnos?
Los
curas vinieron un día y querían que firmemos un documento para sacarnos; y
ahora ellos (los sacerdotes) nos dejaron vivir acá hasta que muriéramos los dos
(Rubén y su hermano Luis).
Techo de la vivienda derrumbado (actualidad) |
-Débora
¿qué les están exigiendo especificante a Rubén y Luis?
D.:
-Claro; habían
puesto unas cláusulas para que ellos, el día que falten, que fallecieran le
devuelvan esto al obispado o la Iglesia Católica, no sé bien a quien; le habían
exigido que no ingrese nadie más a la vivienda… ese contrato era por 10 años;
porque yo lo leí, lo tuve en la mano; y un día vino el cura y se lo llevó. Esto
fue el año pasado; este cura, que no sé su nombre, le había dicho a ellos
(Rubén y Luis) que no modifiquen la casa, y que no traten de meter a menores
porque después no se podían sacar. Ahora Luis, el hermano de Rubén, que vive
acá también está muy complicada su salud y lo tuvimos que internar dos veces;
no tienen pieza, no tienen baño; encima les pusieron tapial a su terreno y las
cloacas quedaron del lado de afuera.
-Como
podes apreciar, el lugar es muy frío, hay mucha humedad; el techo está
desmoronado. Es evidente que este lugar es peligroso para la vida de estos
hermanos…
-D.:
Sí; acá no se
puede vivir, directamente. Pero ¿Cómo
hacés para sacarlos a ellos de acá que hace 50 años que viven en esta casa? No
es fácil sacar a una persona de la noche a la mañana; y nosotros queremos una
ayuda… Tenemos las chapas; todo tenemos el miedo de poner el techo y que venga
alguien y los saque.
-Rubén;
¿ustedes aceptarían que les ofrecieran otro lugar donde vivir?
Sí, si quieren que
nos vayamos de acá, que por lo menos nos den una casa, no sé digo yo…
-Débora;
Sabemos que vos encontraste a Luis, el
hermano de Rubén dentro de esta casa con su salud en grave estado ¿podes
explicarnos esto?
-
D.: Sí, porque
él (Luis) estuvo hace 4 meses muy complicado, en terapia intensiva; después él
quiso volver a su casa; lo traje y cuando vengo a verlo el miércoles pasado; me
encuentro que estaba en un estado gravísimo. Tenía toda la boca llena de
sangre, estaba deshidratado, con mucho frío; no tiene para higienizarse ni
nada. Entonces lo llevamos al hospital. Ahora le dieron el alta pero ahora no
tiene donde vivir porque esta casa está deteriorada.
-¿Hablaron
con las autoridades municipales?
-D.: Yo fui a
hablar en otras ocasiones con Verónica Cechetto (Asistente Social municipal) y
me dijo que como ese lugar es de los curas, del obispado que ellos no pueden
hacer nada por el momento.
-D.:
Yo no fui a
hablar con la Iglesia, porque no soy una sobrina directa de Luis y Rubén; tiene
que ir un familiar directo, pero ellos habían quedado que iban a venir a
visitarlo, para ver en las condiciones en que se encontraban, pero acá nunca
apareció nadie.
-¿Por
estar enfermo a Luis le asilo en tu casa en este momento?
-D.:
Ahora lo tengo
en mi casa, hasta que él pueda salir un poco adelante porque está muy “tirado abajo”…
-¿Qué
es lo que están solicitando exactamente ustedes?
-D.: Estamos solicitando que se acerque
alguien de la Iglesia porque ya que dicen que esto les pertenece… nosotros no
queremos quedarnos con nada, sólo queremos que vengan y vean cómo están viviendo
estos hombres, porque si se trata de la Iglesia, creo que tiene que venir y
ayudar a las personas porque estamos hablando de la Iglesia Católica, ellos son
católicos encima…
Fuente: Periódico Libre "La Imprenta" de Cañada de Gómez
Fotos: Emanuel N. Soverchia
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