El conflicto entre la familia Marinucci y una Fundación de Buenos Aires por las tierras de Bigand tuvo un nuevo capítulo en los últimos días del 2017. Se realizaron dos nuevas audiencias conciliatorias.
Por Mauricio Cocchiarella
La primera audiencia fue el miércoles 20 de diciembre y en esta mediación el Juez Verdura, por el artículo 19 que prevé la constitución, antes de que el dicte sentencia debe concederla para que las partes lleguen a un acuerdo.
La primera audiencia fue el miércoles 20 de diciembre y en esta mediación el Juez Verdura, por el artículo 19 que prevé la constitución, antes de que el dicte sentencia debe concederla para que las partes lleguen a un acuerdo.
La gente
que habita esas tierras (Sandra Marinucci y su esposo) fueron con una propuesta
que era la compra del campo porque a través de estos once años de lucha, varias
entidades, organizaciones se unieron entre todas para poder comprarlo por lo emblemático
que es este campo en referencia a los 100 años de historia que hace que viven
en él.
Por la Fundación
estaba el doctor Haro Martinez que es el representante legal en Santa Fe y las
apoderadas de la Fundación, la Dra. Maiochi. La audiencia fue muy ríspida,
porque esa propuesta fue desechada desde el principio, dijeron que no les iban
a vender y entonces el Juez preguntó cuál era la propuesta de la Fundación, la
cual considera que quienes la habitan tienen siete millones de pesos de deudas
con ellos porque dicen que esos once años que no tuvieron la tierra para
producir ese dinero lo perdieron.
Sandra
contestó que deberían hacerse números finos porque si consideran que hubo daños
y perjuicios también lo hubo para ellos en tanto daños físicos, económicos y psíquicos y los económicos se ven a través de que
compraron una cosechadora que no pudieron terminar de pagar por los embargos
que les hicieron y semillas que no han podido devolver.
El Juez
Verdura dijo que ese era un tema para el expediente de daños y perjuicios y se
siguió con el tema desalojo. La gente de la Fundación dijo que directamente los
productores tienen mil quintales embargados por ellos en AFA de soja y maíz,
propusieron que se queden con eso y que se vayan, según Sandra también es un
engaño porque esos quintales por los años que hace que están ahí tienen grandes
descuentos por la estadía en AFA mas los descuentos de comercialización.
El Juez le
pregunta a la gente de la Fundación como se soluciona el tema de la vivienda
para esta gente porque ellos viven ahí. De muy mala manera responden que les
otorgan dos hectáreas donde está la vivienda, ellos les preguntaron por cuánto
tiempo y la doctora Maiochi les dice “¿cuánto tiempo quieren vivir? no van a
vivir más de veinte años”, Sandra les dijo que hay personas de 75 años
que viven y trabajan en el campo, “ese
fue un golpe bajo” dijo Sandra. El Juez Verdura preguntó como viviría
esta gente y decidieron que les daban una hectárea para que críen animales. Los
productores le explicaron que ellos no hacen cría intensiva porque hablaban de
un fit lot, ellos no crían vacas porque no está a su alcance, crían chivos,
cerdos y ovejas pero no en forma intensiva en la chacra mixta que es lo que
tienen y les sugirieron que deberían tener al menos 5 hectáreas porque ahí
tienen las palideras, además SENASA no les permite mezclar cerdos con ovejas,
tienen que tener cada cual su lugar, entonces la Fundación les propuso
cobrarles 10 quintales de soja mensuales, la cuestión es que la Fundación
cotiza en soja, pero los productores no van a sembrar soja y dicen que no se
puede comparar el precio que tiene la soja con el precio que pueda tener un
chivo y la Fundación dijo que era la última propuesta: dos hectáreas para la
casa por veinte años y el alquiler de cinco hectáreas a valor soja y el pago de
20 mil pesos al doctor Haro Martínez porque según la Fundación no iba a pagar
los honorarios del abogado. Esa propuesta era inviable para la gente de Bigand
porque no podían sacar ese dinero, mas las deudas que tiene por los embargos y además
alimentar a los animales y vivir de esos animales.
La nueva
audiencia se hizo el viernes 22 de diciembre donde no se hizo presente la
Doctora Maiochi pero según cuenta Sandra salieron muy mal, la gente del juzgado
tuvo que llamar al servicio médico porque al esposo de Sandra le subió la presión
a mas de 18 y a ella se le cerró el pecho porque por la angustia no podía
respirar. El Dr. Haro Martínez se presentó solo para decir que la Fundación no quería
arreglo, no había arreglo posible y que quería sentencia en ese momento. El
Juez Verdura dijo que el había hecho todo lo posible para mediar, que ellos
presentaban la sentencia y que se vería si en el mes de enero se podía llegar a
un acuerdo extrajudicial y si no ya se tendría en febrero la sentencia.
Sandra y
su esposo le expresaron al juez como nuevamente se sintieron avasallados,
apretados, denigrados, disciplinados por la Fundación y que si en ese recinto
delante del Juez ellos los trataban así, se podía imaginar cómo los trataban
fuera del juzgado.
Sandra
le dijo a La Imprenta: “ahora
queda esperar la sentencia que veremos que tal sale y le daremos pelea, le
daremos batalla porque seguimos sosteniendo que nuestra lucha es justa, es por
nuestro trabajo, sobre todo por nuestra única
vivienda. La lucha es muy desigual, siempre el poder económico está por encima
de todo pero seguimos ahí en la lucha”.
Intentamos
hablar con el Juez Verdura, estaba reunido pero a través de uno de sus Secretarios
nos dijo que el tema está para sentencia y que luego de la feria de enero, en
el mes de febrero se dará a conocer la resolución.
Esperamos
una solución que no deje en la calle a éstos productores que se ven apretados
por el poder económico.
Periódico Libre "La Imprenta" de Cañada de Gómez
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