Aunque
la mayoría de los políticos cañadenses aprovechará el mes de enero para sus
vacaciones, el 2019 promete ser un año intenso con un cronograma electoral que
arranca en febrero y finalizará en diciembre con la asunción de las nuevas
autoridades locales, provinciales y nacionales.
El
desdoblamiento electoral de provincia y nación, hacen que tengamos que ir cinco
veces a las urnas si hay segunda vuelta presidencial, algo así como votar mes
de por medio durante todo el año.
Por Mario A. Chiappino
(Periodista)
Si
bien la elección nacional acapara la mayor atención de la mano de situación
económico social , el orden local tiene sus particularidades que terminarán de
definirse en los próximos días.
En
principio, salvo algún ofrecimiento del último momento, todo parece indicar que
Stella Clérici intentará ir por su
quinto mandato, situación que habla de sus virtudes y debilidades. Está claro
que la actual intendenta entrará en la historia local por muchas razones, entre
ellas haber sido la persona que mayor cantidad de años estuvo en ese cargo. Sin
dudas lograr ese apoyo durante cuatro elecciones habla de un gobierno que dio
respuestas a las expectativas de la gente, en especial en la obra pública, uno
de los puntos salientes de su gestión.
Sin
embargo, el mayor déficit de Clérici pasa por no haber podido acceder a otros
lugares de gestión política en el orden provincial o nacional, y en no haber
sabido consolidar una sucesión natural entre sus filas. Quizás sean dos caras
de la misma moneda, pero lo cierto es que cuando en el 2011 debió dar el salto
para reemplazar en la senaduría al desgastado Betique, el temor a perder todo
la llevó a disputar nuevamente la intendencia
y allí surgió el liderazgo departamental de Hugo Rasetto, algo que continúa hasta hoy.
La
actual mandataria consolidó su gestión municipal con mano firme y a la vez
impidió el surgimiento de cualquier liderazgo que pudiera opacar su figura, al
tiempo que fue destruyendo cualquier esbozo de oposición interna, lo que le
generó algunos odios dentro de su propio partido. Reemplazó los cuadros
políticos por funcionarios y empleados afines y supo consolidar un poder
monolítico, pero que nunca consiguió trascender la ciudad.
En
cambio el departamento es el fuerte de
Rasetto, otro de los grandes actores de las elecciones de este año. Pese a que
llegó a ese cargo de la mano del Frente Progresista, su decisión de priorizar
la alianza de su partido - la UCR- con el PRO a nivel nacional, modificará
algunos aspectos de la polìtica local, en especial por la segura interna que
afrontarà la coaliciòn Cambiemos, tanto para la senadurìa como para la
intendencia cañadense. En ambos casos, sin embargo, no es importante el
resultado. Se descuenta que tanto Rasetto en el departamento como Matiàs Chale
en la ciudad se impondràn con cierta holgura.
Pero
en el caso de la candidatura a la intendencia cañadense habrá otras cosas en
juego, en especial si el candidato del Pro es Franco Mazzoli. Por un lado se medirá si esta nueva figura de la
polìtica cañadense puede crecer y ofrecer otra alternativa a la oposición. Y
por el otro saber si Chale, yendo fuera del Frente Progresista puede mantener
el importante caudal de votos que tuvo en todas las últimas elecciones. Además,
si esto llegara a ocurrir, la sumatoria de votos del frente Cambiemos podría
aparecer como una alternativa seria a la
hasta ahora casi segura reelección de Clérici.
También
el pase de Rasetto y Chale a Cambiemos dejará algunas modificaciones en el
Frente Progresista. La fuerza provincial que encabeza el socialismo nunca tuvo
una figura propia fuerte en el territorio cañadense. Siempre dependió de los
dos dirigentes radicales emigrados y ahora jugará sus cartas con Verónica
Mosconi, la directora del hospital que
hizo un buen papel en las últimas elecciones para concejal. La duda es si Mosconi aceptará la responsabilidad de
ser la candidata a intendente de la fuerza política que gobierna la provincia
en un marco tan desfavorable. Una elección polarizada entre Clérici y Chale la
expondría a un mal resultado y esto podría terminar para siempre con sus
aspiraciones políticas. La posibilidad que se baraja es que vaya como primera
candidata a concejal, mientras Fernando Mauroni podría ir a la intendencia. En
este caso se daría la posibilidad de que la histórica dupla Chale-Mauroni termine enfrentada en las elecciones
generales, y que si Mosconi llega al concejo el socialismo volviera a tener un
representante después de muchos años.
En definitiva, el 2019 será un año
netamente electoral, donde pareciera que habrá pocas sorpresas. Pero como en el
más apasionante de todos los deportes, el fútbol, los partidos se ganan en la
cancha y siempre su final es impredecible.
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