ESTÁ EN SILLA DE RUEDAS, TIENE DOS HIJOS Y CUENTA SÓLO CON CASI 3 MIL PESOS POR MES

 Stella, tiene 42 años, es una vecina de Cañada de Gómez;  que vive sobre calle Ayacucho al 800 con sus dos hijos, una nena de 12 y un varón de 13; y nos convocó para detallar su triste historia; en la que intenta día a día sobrevivir con un ingreso cercano a las 3 mil pesos mensuales.

Por Emanuel N. Soverchia

Stella Luna, hoy en día convive con sus hijos, y recibe un ingreso ínfimo con el cual es evidente que no puede sostener a su familia. Pidió ayuda al gobierno local pero según su relato, fue desatendida y en se siente abandonada, aún no le dan respuestas. En diálogo con la vecina La Imprenta te cuenta su situación.

“A mí me amputaron la pierna hace un año por la diabetes; y todavía no tengo la pensión, y tampoco tengo la ayuda que necesito…” – describió la vecina.

Precisamente en esta época, donde los impuestos, el costo de vida y los insumos vitales son casi imposibles de obtener con un sueldo mínimo, Stella tiene que pelearla con tan sólo 2.500 pesos al mes.

Explicó Stella: - “Recibo 2 mil pesos de un subsidio de la Municipalidad y un bolsón de mercadería;  y 500 pesos, cuando el padre de los chicos quiere… todo eso por mes; y con mis dos hijos… con respecto al bolsón es complicado porque no es la dieta que yo necesito, porque por momentos la diabetes me subo a quinientos y algo; me baja a trescientos en ayuna…”

Además Stella es insulino-dependiente y debe tratarse diariamente.

“Soy insulinodependiente y debo aplicarme el tratamiento 3 veces por día; y las dosis me las dan en el Hospital, donde voy todos los meses a retirarlas, con mi médico” – narró la vecina, quien agregó: “Hay días que mis hijos no tienen para comer…”.

Le preguntamos si fue en busca de ayuda a las dependencias gubernamentales locales y provinciales, al menos para poder solventar gastos inmediatos y urgentemente transcendentales para la vida humana.

“Fui a la Municipalidad, y me cansé… estuve un mes sin gas porque me dan el bono, al cual tengo que pagar 200 pesos, pero yo no los tenía en ese momento; entonces me fui hasta el centro  en silla de ruedas hasta la Municipalidad; que encima la tengo rota desde hace tres meses; y la Municipalidad se encargaba de arreglármela y no me la arreglan; solamente tengo que cambiarles las ruedas chiquitas…” – detalló Luna a La Imprenta, quien también puntualizó: -“En noviembre llamé para pedir una audiencia con la intendenta, por el tema de la silla de ruedas, por la ayuda que necesito porque no vivo bien; me dijeron te devolvemos la llamada… me llamó una persona y me preguntó que necesitaba y le dijo que no tengo para comer, que tengo dos chicos, tengo la silla rota, bueno ahora llamamos al chico de San Francisco… pero cuando al otro día lo llamo a este chico y me dijo que la municipalidad no se había comunicado con él… y el martes pasado estuve en la Municipalidad  y no me dan ninguna solución… la otra vez mandé un WhatsApp al CIC de zona norte y nunca me lo respondieron ni me lo mandaron”.

Stella Luna expresó, con respecto a las respuestas por parte del Municipio y las autoridades pertinentes: -“Me siento abandonada, por ahí ayudan a personas que no lo necesitan tanto y no a mí… yo no puedo trabajar. Yo antes confiaba en la Municipalidad, cuando vino la intendenta con Carina Mozzoni, me dijeron ‘tenemos todo el apoyo de nuestra parte, te vamos a dar todo lo que necesites’ y le sacaron una foto a la silla porque me dijeron que me la venían a arreglar, tampoco vinieron… y ahora ya no confío en la municipalidad”.

Destacó: -“Me gustaría decirle a la intendenta que me ayude porque realmente lo necesito porque no soy una persona que puede depender de mí mismo, no puedo trabajar como lo hacía, no puedo hacer nada; y más teniendo dos chicos, con ese bolsón que me dan, yo vivo un día nada más…”.

Para terminar Stella solicitó ayuda a la comunidad cañadense con artículos primarios.

“Estoy muy agradecida a mis vecinos, que siempre me dan una mano cuando la necesito; mi mamá me ayuda y apoya mucho… yo necesito con urgencia una silla de ruedas y un ventilador porque el mío se me rompió y no puedo dormir… por mí y los chicos” – reivindicó la vecina.