“HACÉ ALGO PORQUE ME MUERO…”

Esas fueron las últimas palabras del joven que muere luego de ser atendido en el Hospital “San José” de Cañada de Gómez que, según su pareja, por actos de negligencia de los profesionales. Rocío, la esposa del hombre que murió tras un paro cardíaco, relató con escalofriantes detalles lo que vivieron con su pareja, horas antes de su fallecimiento.

Por Emanuel N. Soverchia

Rocío Barrio (28 años), una madre de tres niños y joven esposa, de la ciudad de Cañada de Gómez; describió sin dejar nada a la imaginación, la odisea que habría vivido cuando su marido (30 años) luego de tener que ser llevado al nosocomio cañadense por sufrir una descompensación debido a su alta presión, muere de manera inesperada. Según el relato de Rocío, se trató de negligencia de los profesionales del Hospital “San José”. Así fue como contó para La Imprenta:

-“Llegamos 6 hs del domingo 17/2. Alejandro (mi esposo) no sentía las piernas, manos, no modulaba bien. Decía cosas incoherentes. Llegamos en un remis, ya que había intentado 3 veces por distintos medios para que lo llevaran. Cemi (pero como no somos abonados, no lo podían venir a buscar) 107 (pero solo usan las 2 ambulancias que tienen para los accidentes de la autopista.) bomberos (pero su respuesta fue: ‘llamate un remis’) en ese momento me encontraba con dinero para hacerlo. Así llame a un remis. Lo saque a la rastra, porque no sentía nada. Llegamos al hospital 6 hs. aproximadamente. Lo bajamos del lado de la ambulancia. (Que estaban las 2 estacionadas) lo entramos en silla de rueda. Lo llevé hasta consultorio… Esperamos un rato hasta que la médica se despertó. Le digo: ‘mi marido sufre de presión alta. Se despertó por el dolor que tenía, no podía hablar bien, y no sentía manos y piernas. Y le lagrimeaban los ojos’”; comenzó narrando Rocío.

Continuó; -“Le toman la presión; 18. Lo dejan en la camilla un rato… le digo: ‘en mi casa tomo 2 pastillas que tiene recetada para la presión’. Lo dejan más o menos media hora en la camilla. La médica se va a dormir. En ese rato, se empieza a sentir mejor. Ya había recuperado el habla, y ya sentía sus piernas y manos. 6:50 hs. Llamo a la enfermera para que le tome la presión. Había bajado a 16. Ya estaba mejor. Ya nos íbamos a casa. Me dice Alejandro (mi marido) me duele un poco la cabeza. Decile si me pueden dar algo. Llamo a la enfermera. Viene de malas ganas”.

-“Le pregunta que tenía. Mi marido le dice, me duele un poco la cabeza me podrán dar algo. A lo q ella constata: ahora la despierto a la médica. La medica le dice q le pongan ‘dipirona’  no sé; nunca supe q para un dolor de cabeza se le ponga dipirona. Aparte con la presión alta q ya tenía. A los 5 min de la inyección, le dice la enfermera. Listo, ya te podes ir. Pero él se sentía peor. Peor de como había llegado. La llama a la enfermera y ella le dice: ‘Alejandro, ya hicimos todo lo que había que hacer. ¿Qué más querés que hagamos? Andá a tu casa que ya estás bien’”, explicó la joven mujer.

Rocío, dejó en claro: “Mi marido después de esa inyección perdió el habla,  no sentía las piernas ni las manos, le lloraban los ojos y le agarró un dolor fuerte en la cabeza. Llamo a la enfermera para que despierte a la médica. Viene la médica, le hace una serie de cosas en la piel para ver si sentía. Le hace un par de ejercicios para ver si veía bien. Él lo hacía bien. Pero por dentro no se sentía bien. Le pregunta la médica: ‘¿de qué tenés miedo?’ –‘De morirme’, le dice mi marido. ‘Porque me estoy muriendo. Me estoy muriendo’. Termino de decir eso y tubo un paro cardiaco. 7hs”.

Además agregó: -“Me sacan del consultorio. Lo llevan al showroom. Escucho que no respiraba bien. Era un ronquido. Tratan de reanimarlo. No reacciona. Había hecho un paro cardíaco. Entran enfermeros y doctores… me sacan del pasillo. Lo llevan a terapia corriendo. 8hs. Me llama la médica de terapia. Me dicen que estaba complicado. Que no respiraba por sí solo. Tenía respirador. Me dice la médica que le iban a hacer una tomografía. Era lo que pensaban. Un derrame en el cerebro. Digo, la tomografía la podrían haber hecho apenas llegamos al hospital. No esperar a que haga un paro. Pero bue, así es nuestro hospital y su personal. Buscan derivarlo a rosario. Había una esperanza. Se podía operar. Lo trasladan 13hs. al Eva Perón (Baigorria). Pero cuando llego, nada de lo que me habían dicho era verdad. El cirujano ya había visto el resultado de la tomografía. Era imposible de operar. No se podía tocar. Tenía mucha sangre. Se lavaron las manos. Como hacen siempre. No había esperanzas. Solo esperar. Y en menos de 24hs fallece. Mi marido sentía que se moría. Se lo dijo. Y no hicieron nada. Las malas caras de las enfermeras, la inexperiencia de la médica. Y la mala atención…”.

Desde nuestro periódico le preguntamos qué creé que le pasó a su pareja con respecto a su destino, cual habría sido el motivo de su muerte… ¿para vos quienes fueron los responsables?.

Rocío Barrio, respondió: “Mira, no te voy a mentir. Mi marido sufría de presión alta. No se cuidó como debía; pero de parte de los médicos hubo negligencia. La medica no sabía que hacer… Despertarla 3 veces para q le mediquen algo, la Dipirona yo estoy segura que le hizo una reacción contraria. La enfermera tratándolo mal. Casi culpándolo x la situación. No están capacitados ni preparados para casos como esto. Mi marido hizo un paro después de terminar de decirle: ‘hace algo porque me muero. Poneme un suero, intername porque muero’. Esas fueron sus palabras”.

“Después de haber hecho un paro deciden hacerle una tomografía. No sé, o yo estoy errada, o los médicos no tienen ni idea. La médica creo que ni a los 30 años llegaba. O sea. Cubre un lugar importante. Una mínima experiencia, porque para la receta de la  Dipirona no le dio ningún papel. Desde donde dormía le dijo. ‘ponele una Dipirona…’”; definió luego, y expresó su visión sobre la atención en el hospital local: -“Que pongan a gente con experiencia y dedicación. Porque casos como estos hay un montón. Yo creo que mi marido se hubiese salvado, si hacían las cosas bien”.