domingo, 23 de junio de 2019

Cañada de Gómez: Era abusada sexualmente desde los 6 años

“ME LLEVABA HASTA MI CASA Y AHÍ ARRANCABA LA PESADILLA
A los 6 años, era abusada sexualmente por un amigo de la familia. Ahora tiene 22 años y accedió a una entrevista exclusiva con La Imprenta, donde relató con detalles estremecedores lo que vivió a su temprana edad. A pesar de las denuncias el supuesto abusador continua libre y recorre la ciudad.  “Se me sentaba al lado y me hacía que yo lo manosee” – fue parte del relato.

Por Emanuel N. Soverchia


A. O. (como mencionaremos a la víctima por razones de resguardo), vive en Cañada de Gómez,  tiene 22 años, su historia puede cambiar la forma de mirar a nuestra sociedad como un lugar lejano a atrocidades y casos de gravísimos delitos, como vemos por los noticiaros nacionales. Esta joven, hoy es mamá, y durante varios años de su infancia habría sufrido fuertes abusos de parte de un amigo de la familia. A.O. eligió a nuestro medio para narrar los tormentos a los que ella y otras chicas de nuestra ciudad habrían sido sometidas tras reiterados abusos sexuales de este hombre cuyas iniciales son H.S. al que llamaba “Tío”. A.O. y sus hermanas empapelaron la ciudad con la imagen de su agresor luego hacer varias denuncias y hasta ahora la justicia no ha hecho nada. Según los testimonios y denuncias de las víctimas habría cerca de una decena de chicas abusadas sexualmente por este sujeto.

-¿Podes contarnos cuando comienzan los abusos de este hombre hacia vos?
-A.O.: Esto empezó más o menos entre los 5 y 6 años, cuando yo hacía danza clásica y española. Mi vínculo con él (supuesto abusador) es hijo de mi madrina. Él iba a mi casa casi todos los días, como visita, a tomar mates con mi papá, a charlar; y esperaba que yo vuelva de mi actividad o directamente me iba a buscar… está obligada sí o sí, digamos a enfrentarme con él. Cuando yo llegaba a mi casa, él ya estaba ahí, siempre en el mismo lugar donde yo me iba a sentar, al lado de mi silla, siempre se sentaba a mi lado, no perdía oportunidad. Y cuando me iba a buscar, aparecía él en la puerta, como diciendo “acá estoy, te vengo a buscar…” y me llevaba hasta mi casa, y ahí arrancaba la pesadilla.

-¿Cuánto tiempo duraron los abusos?
Panfletos que fueron repartidos por las victimas en toda ciudad
-A.O.: Yo calculo que hasta los 10 años… hasta que él consiguió mujer; más o menos recuerdo que fue hasta que falleció mi tía. Ahí fue cuando yo dije: “No voy más a danza clásica, no voy más a ninguna actividad”. Esa vez, íbamos en un auto blanco, y él me quiso manosear adentro del auto y yo le dije: “¡No!”; y él me dejó afuera de mi casa y se fue. Esa fue la última vez que yo recuerdo. Y no apareció más, sólo apareció al tiempo -tengo fotos por eso me doy cuenta- cuando yo tenía más o menos 12 años, y él seguía yendo a mi casa. Pero cuando falleció mi tía, fue como que nos pusimos todas a la defensiva…

-¿Le contaste a tus padres sobre estos abusos?
-A.O.: A mi mamá traté de decirle pero al mismo tiempo no quería; o a mi papá también; porque mi mamá sufría de presión y mi papá siempre fue una persona, que si bien no estaba totalmente enferma, sufría de presión o de diabetes y le podía dar un pico…

-¿Qué tipo de abusos sufrías por parte de esta persona?
-A.O.: Yo me acuerdo, que cuando llegaba de danza clásica, que tenía el cancán puesto y la malla y me metía la mano; me manoseaba mis partes íntimas; o si yo iba a la casa de mi tía, él me decía: “vení vamos a jugar a la compu…” o “vamos a pintar…” cuando una es chiquitita no sabes… Cuando yo estaba pintando él venía y se paraba atrás mío y me manoseaba. Yo no tenía pechos en ese momento pero… “no, vení que te acaricio porque te van a crecer…”. En la computadora también, se me sentaba al lado me hacía que yo lo manosee. Me acuerdo un día en navidad, ese día me agarró fiebre, mi mamá me había regalado unas pulseritas y aritos y yo fui a mostrarle a mi papá que estaba haciendo asado; él (abusador) estaba sentado afuera y me agarra del brazo y hace que me siente arriba de él; estaba todo oscuro porque nosotros no teníamos luz en el patio… y me agarra la mano y él ya tenía el miembro afuera; y mi papá estaba al lado pero nunca se dio cuenta, porque cuando mi papá se daba vuelta, él ya se había escondido todo... Y yo cuando podía me paraba y me iba; como que quedás medio tildada, no sabés que hacer. Ahí tenía 8 o 9 años, creo.

-¿Cuándo te diste cuenta que estabas siendo abusada?
-A.O.: Yo me di cuenta que él estaba abusando de mí, por la tele. Nunca se me había puesto en mirar; un día me paro a mirar y veo que había una persona había abusado de una nena, porque la manoseaba y ahí me di cuenta lo que él me hacía a mí; lo que a mí me estaba pasando. “te doy moneditas, un caramelito…”, y yo me acuerdo que una vez habíamos ido a mirar una película a la casa de él con mi hermana y él (abusador) y le dice que se quede a jugar a la computadora, total ella se queda tranquila, y mi hermana se fue y yo me quedé como diciendo “llevame, no sé cómo decirte que me llevés”, y él me había manoseado, y me acuerdo que nos fuimos a mi casa en bici, me dejó en mi casa  y yo quedaba siempre como tildada, no sabía como demostrarlo…

-¿Cuando decidiste contarlo? ¿Y a quien se lo dijiste por primera vez?
-A.O.: Cuando yo tenía 18 años caí, me animé a hablar con mi hermana. Yo sabía lo que me había pasado pero es como quedó en mi cabeza y murió ahí. Después que como se despertó eso y yo fui recordando y recordando… Mis hermanas me ayudaron mucho. Yo decidí hablar cuando él se acerca a una persona menor de mi familia… ahí nos movimos con mis hermanas.

-¿A tus hermanas les ocurrió los mismo que a vos?
-A.O.: A mis dos hermanas… sí, sí…

-¿En la actualidad tus padres saben sobre todo esto?
-A.O.: No, mi papá no sabe porque está enfermo y no queríamos exponerlo a que le pase algo. A mi papá lo aislamos de todo lo que pasa. Y mi mamá sí, de mi parte nunca me senté a hablar con mi mamá, a contarle todas las cosas que me pasaron… yo te lo cuento a vos pero a mi mamá…no (A.O. rompe en llanto). No quiero que ella se sienta culpable de algo que no tiene la culpa… Es duro. Ella sabe que esta persona me manoseaba, aunque en ese momento no se daba cuenta.

-Ustedes comenzaron una movida para denunciar en las redes sociales estos abusos ¿alguien intentó amedrentarlas para que no sigan con eso?
-A.O.: De parte de la gente de la iglesia: “Que borre las publicaciones, que eran todas mentiras, que ya te vamos a encontrar…” pero no solamente a nosotras, sino a las demás chicas que publicaron y que se animaron a hablar. Pusimos carteles en contra de la actitud de la iglesia y los arrancaron, o fueron tapados con pintura…

-¿Hicieron las denuncias pertinentes de los abusos? ¿En qué dependencias?
-A.O.: Hicimos la denuncia en fiscalía, cuando yo tenía 18 años cumplidos. Nosotros llevamos las denuncias redactadas, ellos las firmaron y las adjuntaron a las declaraciones que ellos nos habían tomado y allí quedaron.

¿Este hombre tenía otras denuncias por causas similares?
-A.O.: Había más denuncias. Nosotros averiguamos, y además de la nuestra, ya había como 4 denuncias anteriores. Ahí nosotros nos enteramos que había pasado con otras chicas más, y nos enteramos quienes fueron sus otras victimas, también parientes de él. Hay más de 10 chicas que fueron abusadas él. Algunas chicas decidieron no denunciar y mantener el dolor entre sus allegados.

-¿Como te sentís hoy?
-A.O.: Me siento débil y fuerte, porque uno se anima y porque estas cosas uno no quiere que le pase a otras nenas; porque él busca entre las edad de entre 5 y 10 años; la edad en la que una razona pero al mismo tiempo sos débil, y sabe como hacerte reprimir. Es como te sentís liberada, al mismo tiempo, decir: “me pude sacar esto…” y aunque muchos me pregunten de qué sirve hacer un escrache, yo les digo que sirve, cuando te pasan estas cosas.

ACLARAMOS que cuando hablamos de “supuesto” abusador, lo hacemos por cuestiones de formalidad y ética profesional, puesto que este hombre hasta el momento del cierre de esta edición no ha sido imputado, procesado ni condenado. Del mismo modo lo hicimos con las iniciales del acusado. Y exigimos a la justicia que accione inmediatamente.


2 comentarios:

  1. Por que el acusado no está ni imputado, ni procesado ni condenado... y por ética profesional no debemos exponer a nadie mientras la justicia no se expida. El principio de inocencia es un derecho de toda personas, hasta que se demuestre lo contrario. Cuando la justicia lo impute, procese o condene, no habrá problemas en publicar su identidad.

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