Hace varios meses
que el “Monumento a la Maestra” ubicado en la Plaza Ricardo Romegialli, se
encuentra maltratado con grafitis realizados en aerosol y líquido corrector. Es
evidente que el hecho se trata de adolescentes que deambulan por ese sector;
pero lo preocupante es la inacción de la Municipalidad de Cañada de Gómez para
adecuar la escultura y fomentar el resguardo de nuestro patrimonio público.
Por
Emanuel N. Soverchia
Desde hace más de tres meses comenzamos
a frecuentar la preciosa “Plaza Ricardo M. Romegialli” ubicada en el barrio Villa Soto de nuestra ciudad. Lindera a
la Capilla Stella Maris, esplendorosa representación de un espacio verde que
alberga días completos a muchos niños y adolescentes de la comunidad.
Pero un hecho nos llamó la
atención ante tal maravilloso follaje y naturaleza plena. En medio de la Plaza
se erige sumisa pero esbelta y majestuosa la reconocida estatua de la maestra y
el alumno; el esplendente “Monumento a la Maestra” del ilustre escultor Domingo
Polichiso, declarado Ciudadano Ilustre de la Ciudad por la Municipalidad de
Rosario en el año 1998. Lo lamentable de este artículo es que está referido al
maltrato que recibió esta obra desde hace algunos meses y aún continúa en ese
estado. Podemos divisar que la escultura presenta en su pedestal pintadas con
pintura en aerosol realizado efectivamente por adolescentes que en un acto de
inmortalizar sus nombres ofrecieron grafitis en colores vivos (foto)
contrastando el blanco pedestal y en los pies de las figuras. Y además sobre el
bronce de la estatua utilizaron líquido corrector sobre el busto de la maestra
y sobre el rostro del alumno.
Monumento al Gaucho y El Herrero (A. Regis) |
Es de nobleza obligatoria
resaltar que, no es digno culpar a los muchachos y muchachas de la ciudad al
ver en monumentos y esculturas de la ciudad pintadas hechos por adolescentes
como símbolo de la NO valoración de nuestro patrimonio cultural e histórico;
puesto que en nuestras comunidad, las autoridades de turno tampoco VALORAN ni
RESPETAN ni mucho menos VELAN resguardas estos símbolos de tanta riqueza
social, cultural que representa a todos los cañadenses. Entre varios ejemplos
destacamos el abandono de las esculturas de cañadense Ademar Regis: Monumento al Gaucho y El Herrero; la
estatua llamada Diadúmeno de Policleto
(s. V a C) (Desnudo) todas encontradas bajo escombros en un galpón de Maestranza
Municipal. Sin dejar de mencionar el maltrato que recibieron los ejemplares
museológicos por parte de Departamento Ejecutivo Municipal al momento de ser
trasladado en el marco de una campaña electoral. Y en la actualidad algunas
esculturas de artistas locales que pululan por toda ciudad colocándolas en
lugares olvidados, muchas de ellas se encuentran algunas oficinas municipales
como las de Maestranza y las del cementerio local.
Para conocer en profundidad la
historia detrás de la escultura acudimos al historiador Dr. Gerardo Álvarez
quién en alusión a nuestra investigación accedió amablemente a nuestra
entrevista. El letrado compartió con este medio las siguientes líneas de una
sus obras literarias y biográficas en referencia a la mencionada escultura de
Polichiso.
-“Cuando hacia 1927 don Camilo
Soto, quien falleciera en Buenos Aires en 1931, decidió lotear varias manzanas
de su propiedad a extramuros del ejido urbano original del pueblo, que por el
norte delimitaba el boulevard Centenario, formalizó dos importantes donaciones de
solares. De la primera de ellas fue beneficiaria la diócesis de Santa Fe, con
cargo de construir un templo católico y un internado para varones, mientras que
la restante, que doblaba a la anterior en amplitud, favoreció a la Municipalidad
de Cañada de Gómez. Y es de suponer que
de no haber sobrevivido sólo cuatro años a su loteo, que fue el origen del
Barrio Soto, sino cuatro décadas, don Camilo se hubiese indignado porque luego
de tantos años ninguno de esos entes había cumplido lo dispuesto en su generoso
legado…” –
Explicó Álvarez para este Blog.
Añadió:
-“Recién a inicios de la década del
sesenta se conformó una comisión que se
propuso la erección de una capilla, para la cual los vecinos habían consensuado
el nombre de María Auxiliadora, propósito para el que trabajaron mucho las
familias Sorzini, Giovagnoli, Masci, Rabozzi, Pastro, Maloni, Mosconi, Zoff, Censi
y Villarroel, entre otras. Después, al promediar dicha década, falleció en un
trágico accidente Ricardo M. Romegialli y cuando los integrantes de esa
comisión fueron a pedir ayuda a su padre, don Ricardo C. Romegialli, quien en
1959 había donado el edificio de la escuela Lisandro de la Torre, éste decidió costearla
íntegramente en memoria de su hijo y pidió que la capilla se llamara Stella
Maris, lo que fue aceptado por los miembros de la comisión. Mario Masci y
Mercedes Giovagnoli conservan una estampita en la que se lee: «Recuerdo del
Descubrimiento y Bendición de la Piedra Fundamental del Nuevo Templo “Stella
Maris” - Barrio Soto – Cañada de Gómez – Diciembre 31 de 1964».”
-“Por entonces se estableció en el
Barrio don Ramón Martínez, el recordado Rengo
que tenía un boliche en el camino de tierra a Las Parejas y vivió algunos años
en una casa de calle Ituzaingo, situada detrás de cerraduras Mario, quien pronto
fue elegido presidente de la Vecinal y, gracias a su insistencia para que el
descuidado baldío que tenía frente a ella deviniese en plaza, logró convencer
al intendente Romegialli y a su secretario de gobierno Hildo A. Storni, quien
lo sucedería en 1967, de la necesidad de trazarla. Cuando ello ocurrió, se
abrió una callecita entre ella y el solar de la capilla a la que se dio el
nombre de Caseros, que era el que llevaba la cortada del Colegio San Antonio de
Padua, que a partir del 6 de mayo de 1965 pasó a llamarse Madre Antonia Cerini,
la fundadora de esa congregación. Unos años después se amplió el espacio verde
y ello determinó que el nombre de Caseros, la batalla en la que Urquiza había vencido
a Rosas en 1852, desapareciera
elegantemente de la nomenclatura urbana, mientras que después el derrotado en ella irrumpió triunfante en dicha
nomenclatura, ya que el parque situado junto al Barrio Jardín La Fraternidad
pasó a llamarse Juan Manuel de Rosas, sin que se produjeran reyertas o enconadas
discusiones al estilo de Juana Azurduy vs. Cristóbal Colón…”. Agregó el reconocido historiador
de Cañada de Gómez; quién explicó además:
-“Storni decidió luego imponer el nombre del malogrado hijo de don Ricardo a
ese espacio verde, en el que se descubrió un monolito en cuya placa de bronce
se lee: «Plaza Ricardo M. Romegialli – En homenaje a su memoria (Barrio Soto)
9-7-1970». Y después la comisión vecinal decidió impulsar el emplazamiento de
la estatua del escultor Domingo Polichiso que ahora se destaca en esa plaza, la
que fue inaugurada el 11 de setiembre de 1973, durante la intendencia del Dr.
Jorge Omar Albertengo, ocasión en que los docentes de la ciudad hicieron
entrega al donante de un pergamino de grandes dimensiones firmado por decenas
de ellos, en el que se expresó que «Cada maestro lleva en el corazón el
monumento de su eterna gratitud hacia Don Ricardo Cónsul Romegialli, Benefactor
de Cañada de Gómez- 11 de setiembre de 1973».. En el bronce que se descubrió en
la ocasión se lee: «Monumento a la maestra - Donado en permanente inquietud
hacia el beneficio de las escuelas - Ricardo C. Romegialli- 11-9-1973»,
pudiéndose apreciar debajo otra placa descubierta por la Comisión Vecinal Villa
Soto «en adhesión al homenaje a la maestra - 11-9-1973».
El autor del libro Historia de Cañada de Gómez, T.
II, d Gerardo Álvarez, Ed. Fundación Ross, Rosario, 2012; narró al
editor de esta blog: -“Debe recordarse
además que para la erección de ese monumento colaboraron las escuelas locales,
en especial la Lisandro de la Torre, ya que alumnos y miembros del personal
aportaron trozos de bronce para contribuir a fundirlo, y que tiempo después una
docente de la misma trajo desde San Juan un retoño de la higuera de la casa de
Sarmiento y la donó a ella, cuya dirección dispuso a su vez, con el acuerdo de
la Intendencia Municipal, plantarla
detrás del monumento a la maestra. Y allí, una placa colocada debajo del
querido árbol explica que «Este retoño de la higuera de Sarmiento, donado por
la Sra. Irma C. de Ducevich, a la Escuela Nº 1098 Lisandro de la Torre, y ésta
a la comunidad de Cañada de Gómez».
Por
último Gerardo Álvarez destacó: -“Hace
algunos años, durante una madrugada, el monumento fue enlazado por tres o cuatro personas
que lograron tumbarlo en un intento de robo, pero el ruido que provocó al caer
despertó a Oscar Sánchez y Susana Maurich, que avisaron telefónicamente a la
Policía y a otro vecino, Alberto Lottadori, quienes vieron que dos o tres
personas arrastraban la escultura hacia una camioneta estacionada en las
cercanías, cuyo conductor, según el testimonio de Susana de Sánchez, pretendió
hacerse el dormido cuando lo despertaron
los agentes de policía… Y así, finalmente, gracias a la decidida y valiente
actitud de esos vecinos y al rápido y eficiente accionar de los policías, se
pudo impedir que se consumara un daño irreparable al patrimonio artístico y
cultural de la ciudad”.
LAS LEYES
«Lo desconcertante es ver como se
contradicen los actos y discursos con las acciones y pensamientos reales de los
funcionarios. Sus palabras cargadas de afecto, esperanza y amor incondicional a
las artes y patrimonios se desmoronan a lo largo de hechos ilícitos como estos.
Este medio denunció con imágenes fotográficas, relatos y testigos del maltrato
y destrozo por parte del municipio al patrimonio histórico perteneciente al
Museo Municipal, el Concejo Deliberante solicitó varios pedidos informes que
jamás fueron respondidos. Y hoy hallamos estas tres esculturas emblemáticas en
estado de abandono y destrozo. Sabiendo que este tipo de hecho es nada más ni
nada menos que un delito contra el patrimonio de toda una comunidad, violando leyes como la Nº 12955 LEY DE PROTECCIÓN,
PRESERVACIÓN Y CONSERVACIÓN DEL -ACERVO NATURAL, HISTÓRICO Y CULTURAL DE LOS
MUSEOS DE LA PROVINCIA DE SANTA FE y la LEY 12.208- PATRIMONIO CULTURAL DE LA
PROVINCIA DE SANTA FE, entre otras. Creemos que ya es hora de que los
responsables de tales actos como el Coordinador de Museos y Patrimonios, Jefes
de Maestranza y Secretaria de Cultura expliquen qué está sucediendo con el
patrimonio cultural e histórico de todos los cañadenses.»