13 de julio de 2014
La Década real
En la jornada
patria los argentinos tuvimos dos motivos para festejar. La histórica
conmemoración de nuestra independencia y el clásico encuentro de futbol por la
calificación para la final de mundial. Aquel día festivo tuvo su lado amargo;
varias familias continúan sobreviviendo gracias a los basurales. El Informe estuvo en el lugar.
Por
Emanuel N. Soverchia
El
pasado 9 de julio la Argentina dejó marcado en la historia su potencial
patriótico; ya que el marco del aniversario de su independencia todos tuvimos
ocasión para demostrar algarabía. Por un lado la histórica conmemoración de las
roturas de las cadenas para pasar a ser un nación independiente; por el otro la
disputa de la clasificación para la final del mundial de futbol contra uno de
los países más difícil en la materia. En Cañada de Gómez ese mismo día sucedía
algo que nadie mostró.
En la
mañana del día de la emancipación, el sol cálido bañaba tímidamente la
geografía de la ciudad. Sobre la Plaza de la Independencia ubicada en el barrio
FONAVI, un grupo de personas reunidas en el predio se disponían a conmemorar la
fecha histórica. En ausencia de la Intendenta el acto fue presidido por varios
funcionarios pertenecientes al gabinete del Departamento Ejecutivo Municipal. En
medio del protocolo referente, los aplausos y la algarabía patriótica algo
estaba aconteciendo en punto de nuestra ciudad que dejaría marcado para los
cañadenses la festividad. Varias familias de la ciudad aún continúan sobreviviendo
a costa de la basura que remueven en el basural, a varias cuadras del acceso a la
autopista Rosario -Cordoba.
El Informe estuvo en el predio de los
residuos dialogando con algunos de estos tantos cañadenses en el mismo momento
que las autoridades izaban la bandera nacional y se recordaba la libertad de
nuestro pueblo.
Fabían
de 43 años, tiene 9 personas a su cargo entre ellos un hijo de tres meses, un
varón de 4 años y uno de 9; una nena de 14 años y un nene de 15. Además dos
sobrinas, una discapacitada de 13 años y otra de 15. Él mismo nos relató:
-“Vengo a buscar
chatarra, plásticos y maderas; también llevamos helado en alguna oportunidad;
estaba congeladísimo, no estaba vencido, miramos la fecha y le faltaba cinco
días para vencerse, así que lo llevé y lo comimos”
Prosiguió: -“Comida para los perros he llevado, pero
para comer yo no, eso no; aunque hay bastante gente que lleva para comer,
recién se fue una parejita que se llevó para comer, se llevó pan en una bolsa y
carne que aparentemente dijeron que estaba buena, se llevaron papas, cebolla,
zanahorias, llevaron todo ”.
-“Si vos venis
todos los días después de las cinco de la tarde está lleno; calculale entre 15
y 20 personas; el domingo seguro, aunque hay semanas que no viene nadie y otras
que se llena”- dijo
el hombre de 46 años.
Y
lo más increíble fue cuando Fabían nos contó que ellos mismo calculan los días
que llega la “mejor basura” para comer:
-“A la noche, los
martes, jueves y sabados viene la basura del centro que es la mejor basura, la
que tiene las mejores comidas”.
Además
nos explicó: -“Yo empecé a hacer esto
hace aproximadamente 5 años, luego de quedarme sin trabajo; desde los 16 años
que pido trabajo en la Municipalidad y nunca me llamaron. Ayer mismo fui a
hablar con ellos, con Mozoni, con Clerici y muchos más, y me siguen diciendo
que me van a llamar”.
Y
continuó: - “Yo cirujeo; mi señora cobra
un plan municipal por las nenas de mi hermano que quedaron desamparadas a raíz de
un accidente que tuvieron sus padres, ese plan que era de $1.500 y ahora se lo
bajaron a $500 con el argumento de que no hay plata. Mi mujer como madre
soltera cobra un plan de $1.000, mi sobrina como es discapacitada cobra $1.500,
y yo cobro una pensión por error de ellos que debía ser una jubilación porque
tengo un problema hereditario, tengo la garganta abierta”.
En
el preciso momento que estos cañadesnses removían la basura en busca de comida
o restos de objetos que les dé de comer, si llegan a venderlos; en el otro
extremo de la ciudad varios de nosotros enarbolábamos la celeste y blanca
festejando nuestro patriotismo unidos sin distinción de razas; en vísperas de
un partido que recauda millones de dólares. Y detrás de todo esto una realidad
que no quieren mostrarnos. Esos cañadenses que al mediodía y a las cinco de la
tarde, hora estipulada para el partido Argentina- Holanda; rebuscaban entre lo
que a otros ya no le sirve algo para sobrevivir ¿ellos, siguen siendo
argentinos; o para el gobierno no suman a la hinchada? ¿Podemos hablar de
independencia todavía?
Fuente: Periódico el Informe de la ciudad - Cañada de Gómez
Fotos: Emanuel Nicolás Soverchia
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