En un documento
estremecedor El Informe pudo registrar imágenes del estado actual de tres obras
esculpidas por el artista Ademar Regis. La estatua del “Gaucho”, “El hombre
trabajando en un yunque” y un “Desnudo” fueron abandonadas debajo de escombros.
Por Emanuel N. Soverchia
En el año 2005 en un artículo del
13 de noviembre publicado por Walter
Gasparetti en el Diario La Capital de
Rosario, el periodista ya desaparecido reflejaba en sus líneas: “La
Municipalidad quiere evitar que las valiosas e históricas piezas desaparezcan
de los espacios públicos”. Seguía el relato: “El incremento de los hurtos y la depredación de placas conmemorativas
emplazadas en lugares públicos generó una decisión del gobierno municipal de
proceder a reemplazarlas por otras de menor valor económico, preferentemente
sintéticas, para evitar que estas piezas de alto valor histórico y patrimonial
desaparezcan”.
Esta noticia se enmarcaba a raíz
de una serie de robos de placas y daños a esculturas históricas representativas
de nuestra ciudad en aquellos días, el Departamento Ejecutivo tomaría medidas
de prevención y resguardo a estos monumentos patrimoniales.
El artículo de La
Capital continuaba: “en la ruta 9
y Marconi, los ladrones también robaron otra placa que data de 1937 que imponía
el nombre de esa arteria, en tanto que también se dañó la escultura denominada "Figura", levantada en la
plaza Italia, en Mitre y Ameghino. Asimismo falta una placa en el “Monumento al Indio”, en la intersección
de Balcarce y Schnack. A la estatua "Hombre
trabajando en un yunque", situada en Urquiza y Paraguay, pieza hecha
por el escultor Ademar Regis, le falta un brazo, además de un martillo
que llevaba en una de las manos”.
En aquel momento parte del
gabinete declaró en el diario rosarino:
“…Con el asesoramiento de las reparticiones técnicas de ámbito municipal y del
Museo Histórico Municipal, cuyos directivos aconsejaron en febrero último "asegurar la conservación de las
piezas en condiciones óptimas de seguridad a través de su reemplazo".
Alejandro Paz manifestó en ese
mismo apartado ante estos hechos de vandalismo: “Las estatuas y los monumentos "no serán sacados", frente a
lo que muchos cañadenses estimaban a partir de la difusión de la noticia.
"Incluso se hará un estudio para mejorar los monumentos existentes. La
idea de esta administración es preservar todo lo vinculado con la historia de
Cañada de Gómez”.
EN LA ACTUALIDAD
Hoy, diez años después, ese mismo
gabinete ejecutó las extracciones a
martillazos de varios de los monumentos y estatuas exhibidas en espacios
públicos esculpidas por el Dr. Ademar Regis, entre ellas la emblemática estatua
del “Gaucho” ubicada durante años en
Bv. Balcarce esquina Pagani sobre un pedestal de más de dos metros de altura
que aún hoy se encuentra levantado donde un par de placas rememorativas y
maltratadas dejan ver que allí hubo un escultura. Y el clásico “Hombre trabajando en un yunque”
ubicado en la Plazoleta San Martín, en calles Urquiza y Paraguay, con su
pedestal intacto y la plaza renovada por la vecinal. También apareció casi
enterrada junto a estas dos obras otra estatua de un “Desnudo”, la cual estaba situada en una de las plazas del barrio
Mercantil.
Hace tan solo cuatro días
obtuvimos las imágenes fotográficas del lugar exacto donde se encuentran hoy
estas esculturas que conmovieron a varias generaciones de cañadenses, de gran
valor patrimonial histórico y cultural. Como puede verse en las fotos, la
estatua del “Gaucho” y “El hombre trabajando en un yunque”
están abandonadas en un galpón de Maestranza Municipal donde guardan las máquinas
motoniveladoras y carteles propagandísticos. Estas esculturas fueron halladas
arrojadas en el suelo, destrozadas y con faltantes en sus extremidades. Por
ejemplo la estatua del gaucho está boca abajo con su cabeza partida, su brazo
que portaba un cuchillo, quebrado, y sus dos piernas desaparecieron (foto). En
las mismas condiciones se encuentran las demás obras de Regis. Estas dos
esculturas fueron encontradas debajo de un montón de chatarra y escombro. Y la tercera
escultura (Desnudo) no puede verse ya que un montículo de basura industrial la
cubre.
Como vemos en las fotografías de
la época de su inauguración, el “Gaucho” fue todo un acontecimiento histórico
de nuestra ciudad que reunió a su escultor (centro de la foto) y a dirigentes,
centros tradicionalistas como “La Volanta” y “El Chúcaro” plasmaron placas
conmemorativas en su pedestal y donde cualquier cañadense que haya vivido en
esta ciudad durante más de 20 años recuerda esa impresionante escultura del
aguerrido hombre del cuchillo y poncho haciendo frente a otro majestuoso
monumento del mismo autor, “El Indio” ubicado sobre Bv. Balcarce y España.
Estas dos figuras de nuestro
patrimonio histórico fueron protagonistas de leyendas urbanas locales como
aquella que narraba el periodista decano donde las dos estatuas por las noches
cobraban vida y se enfrentaban en un terrible duelo épico. Increíblemente los
responsables de este atropello cultural aún no pueden dejar de sorprendernos.
La desidia, el abandono, el maltrato y la dejadez con la que trataron a nuestro
Museo Histórico Municipal durante el 2013 tras la desesperación de inaugurar el
nuevo edificio en previas a las elecciones, aún hoy no culminado, desvastó la
memoria y los sentimientos de los cañadeneses al ver las piezas museológicas
donadas y valoradas por la comunidad destrozadas sobre el suelo y parte de ese
patrimonio perdido. Ésta es otra muestra más de esa desidia que atenta contra
la propiedad patrimonial histórica cultural de toda una ciudad.
EL HOMENAJE AL
ESCULTOR
En el año 2007 y tras otro
artículo de La Capital publicó: “La Municipalidad de esta ciudad realizó un
acto en la intersección de la ruta 9 y calle Marconi para homenajear al
escultor cañadense recientemente fallecido, Ademar Regis. El acto contó con la
presencia de familiares, artistas y funcionarios locales. Tras las palabras de
la artista plástica Alicia Frechou, quien habló en nombre de los escultores que
asistieron al acto, la intendenta municipal Stella Clérici recordó anécdotas de
quien en vida fuera también odontólogo, y rescató el afecto y el cariño que los
cañadenses le tenían a Regis. Es que el artista dejó entrañables obras que
fueron instaladas en diversos espacios públicos de la ciudad, como El Indio y
El Gaucho, dos esculturas que están en el cantero de bulevar Balcarce, y Don
Quijote de la Mancha, uno de sus últimos trabajos, que luce en el hall central del
Teatro Cervantes”.
Toda la familia del Dr. Regis
desconocía el paradero actual de estas estatuas realizada por el escultor.
Mediante este documento la familia descubrió como terminaron estas obras tan
entrañables para su linaje.
LAS LEYES
Lo desconcertante es ver como se
contradicen los actos y discursos con las acciones y pensamientos reales de los
funcionarios. Sus palabras cargadas de afecto, esperanza y amor incondicional a
las artes y patrimonios se desmorona a lo largo de hechos ilícitos como estos. Este
medio denunció con imágenes fotográficas, relatos y testigos del maltrato y
destrozo por parte del municipio al patrimonio histórico perteneciente al Museo
Municipal, el Concejo Deliberante solicitó varios pedidos informes que jamás
fueron respondidos. Y hoy hallamos estas tres esculturas emblemáticas en estado
de abandono y destrozo. Sabiendo que este tipo de hecho es nada más ni nada
menos que un delito contra el patrimonio de toda una comunidad, violando leyes como la Nº 12955 LEY DE PROTECCIÓN,
PRESERVACIÓN Y CONSERVACIÓN DEL -ACERVO NATURAL, HISTÓRICO Y CULTURAL DE LOS
MUSEOS DE LA PROVINCIA DE SANTA FE y la LEY 12.208- PATRIMONIO CULTURAL DE LA
PROVINCIA DE SANTA FE, entre otras. Creemos que ya es hora de que los
responsables de tales actos como el Coordinador de Museos y Patrimonios, Jefes
de Maestranza y Secretaria de Cultura expliquen qué está sucediendo con el
patrimonio cultural e histórico de todos los cañadenses.
EL TESTIMONIO DEL
HIJO DE REGIS
A continuación Sergio Regis, hijo
del escultor de las estatuas hoy destruidas, relató su sentimiento luego de ver
el estado actual de las obras de su padre. También expresó palabras de Mateo,
su hijo de seis años respecto de esto: “ante todo gracias por tu compromiso, me
preguntas que siento al ver las creaciones de mi padre derrumbadas, pisoteadas,
destruidas, ...simplemente lo atribuyo a una sola cuestión, y es la falta de
conciencia, y es esa misma carencia la nos mantiene divididos como hermanos. La
que nos hace maltratar animales, plantas, e irrespetar permanentemente nuestra
madre, la tierra, ...es esa falta de conciencia, la que nos hace centrarnos
únicamente y mezquinamente en nuestros propios intereses que creemos
importantes, si nos pusiéramos a pensar en la labor de un artista, de un
artesano, ya sea pintor, músico
Fuente: El Informe de la Ciudad
Fotos: archivo Emanuel N. Soverchia
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