Uno de los
sacerdotes de nuestra ciudad nos habla de su vida, de la realidad cañadense, su
visión de la política, el Municipio y del Papa Francisco. Una nota imperdible
donde el Padre se muestra tal cual es.
Por Mauricio Cocchiarella
Nació en Rosario hace 57 años, hizo el Seminario en Capitán Bermúdez,
estuvo un año y medio en Las Rosas y dos años en Arequito, después volvió a
Rosario donde estuvo diecinueve años y medio en la Parroquia Nuestra Señora de
Itatí y desde hace cinco años está en nuestra ciudad. Hoy se confiesa con La
Imprenta en una entrevista donde habla de todo.
-¿Cómo le llega la vocación sacerdotal?
-P.N.N.: Hice la escuela primaria y secundaria en colegios del
estado, la secundaria en una escuela Técnica con especialidad en técnico
mecánico que nunca ejercí, pero me quedó la inquietud de trabajar con las
herramientas. La vocación me llega por conocerlo al Padre Santidrian, como
tantos chicos después de conocer la catequesis de primera comunión y
confirmación seguí mi vida normal sin tener nada en contra de la Iglesia pero
tampoco nada a favor y a los 19 años un compañero de la secundaria me invita al
grupo de jóvenes de la Parroquia y como veníamos muy amigos de la secundaria, nos llevábamos muy bien,
escuchábamos la misma música, las cosas propias de la juventud, me invita air a la Parroquia y ahí lo conozco al Padre
Tomas (Santidrian) que me cambió la óptica de lo que era la vida sacerdotal, yo
tenía una imagen hecha de lo que eran los curas dentro de la misa, la
sacristía, la Iglesia, todo eso y el resulta que con un trabajo social
especialmente con los chicos en
situación de calle andaba mucho por todos lados, a los jóvenes nos cargaba en
el auto y nos llevaba a visitar los hogares y se reunía con gente que no era de
la Iglesia, por ahí con estudiosos, profesionales, políticos, eso me llamó la
atención ya al poco tiempo sentí que yo podía hacer algo parecido o por lo
menos que esa manera de vivir la vida sacerdotal me resultaba atractiva. Un año antes que yo
entraron al Seminario dos jóvenes del grupo juvenil de ese tiempo y eso fue lo
que me terminó de decir que era posible.
-¿Cómo lo recibió
Cañada?
-P.N.N.: Para mi gusto muy bien, en realidad el recibimiento
fue muy desapercibido porque cuando llegamos con el padre Ernesto los dos
juntos un 2 de febrero había mucha gente de vacaciones, no había actividades y
no nos conocían a ninguno de los dos.
-¿Cuáles son las diferencias
de trabajar acá y trabajar en Rosario?
-P.N.N.: La diferencia es que en Rosario todo se diluye por el
ritmo de vida y el movimiento propio de la gente, acá los dos primeros meses
fueron muy tranquilos, no tenía prácticamente más obligación que cumplir los
horarios de la misa, las actividades todavía no habían empezado, ni las clases
ni la catequesis así que nadie me conocía y que fueron dos meses tranquilos.
Después una vez que empezamos las actividades del año ya nos empezamos a
conocer con la gente y me sorprendió la buena predisposición de la gente y algo
que en Rosario no se daba, me encontraba con la misma gente en distintos
lugares, entonces veía acá en la Parroquia, iba a un partido de Básquet y
encontraba a gente conocida, iba a la sala velatoria cuando fallecía alguien
también había alguno que me conocía, y entonces eso me fue creando un ambiente
muy agradable, el hecho de decir adonde vaya un conocido voy a encontrar.
-A partir de tener
como referente el trabajo social del Padre Santidrian y alguna vez escuché su
admiración por el Cura Brochero por su cercanía con la política ¿Qué opinión
tiene de la política cómo actividad?
-P.N.N.: La política es
necesaria para el bien común, no hay otra manera de lograr el bien común que no
sea la política, entonces cuanto mejor funciona la política menos trabajo
después tenemos de asistir casos graves o tener que salir a hacer parches y
abrir comedores, entonces cuanto mejor funciona la política nos hace bien a
todos y ese es el gran desafío que tenemos como pueblo, nuestra política no
funciona bien sino no estaría pasando lo que pasa.
-¿Por qué cree que no
funciona bien?
-P.N.N.: Tenemos mucha
inmadurez política todavía, no sé si será solamente por los cortes de la
dictadura, o porque siempre hay intereses particulares que se sobreponen al
bien común. Nos falta mucha madurez, mientras tengamos tanta gente pensando que
el beneficio particular está como valor supremo es muy difícil eso.
-¿Cómo ve la política
a nivel nacional?
-P.N.N.: Veo que pasan los
años, los colores, las modalidades pero hay un treinta por ciento de nuestro
pueblo que no sale de la pobreza y eso significa millones de chicos viviendo en
situación de pobreza y con eso lisa y llanamente no hay futuro gobierne quien gobierne
y hasta acá ningún gobierno, puede ser alguno más populista el otro más
desarrollista cada uno con su discurso, pero esa realidad no cambia. Una de las
cosas que no están haciendo nuestros políticos y que es urgente hacer es una
redistribución demográfica, si siguen amontonando gente en pocos lugares, lo
que pasa es esto. Ya no me queda margen de ingenuidad, no es que no saben o no
pueden, no quieren. La estrategia es amontonar gente para que las grandes
riquezas queden a disposición del mejor postor.
-Lo llevo a un tema
que tiene que ver con la realidad nacional pero también con la Iglesia ¿Por qué
cree que el Papa no viene a la Argentina?
-P.N.N.: Yo creo que él vivió
ya en Argentina, acá estuvo hasta casi los 80 años, entonces yo no creo que en
la Argentina propiamente sea demasiado positivo que venga en cuanto al rumbo
del país porque todo lo que podía hacer en la Argentina ya lo hizo. Entonces
venir por el hecho anecdótico, casi afectivo yo lo vería más por ese lado,
sería positivo que venga como un hecho de que salió de acá, es su país, son sus
raíces. Lo que pudo hacer ya lo hizo y ha dado un buen testimonio de vida
sacerdotal y como Obispo de Buenos Aires.
-Ya que hablamos del
Papa como la figura emblemática, la Iglesia tuvo a lo largo de los años una
cuestión ideológica. Hay una parte conservadora y una parte más abierta o si se
quiere de izquierda, sobre todo involucrada con los sacerdotes del tercer mundo
¿Dónde se ubicaría si se ubica en alguna de esas posturas y por qué?
-P.N.N.: De lo que por lo menos aparento como figura y
actividad estaría más bien en el ala progresista o más social o más de
izquierda si se exacto eso, pero lo que creo es que el Evangelio es
profundamente transformador de la vida humana y Jesús vino mucho más que a
establecer una religión, vino a proponer una manera de vivir que es la manera
más humana de vivir y eso incluye la parte religiosa pero creo que en la
Iglesia tenemos, como en toda religión, la tentación de quedarnos solamente con
las cosas sagradas y desentendernos del resto de la vida del mundo y eso no me
gusta, entonces me van a ver mucho más
cerca de eso, pero no vivo esa división hacia adentro, tengo muy buena relación
con sacerdotes que son supuestamente del ala conservadora o que están más
preocupados por cosas espirituales, tenemos una excelente relación y no tengo
conflictos con ninguno de ellos y cuando tenemos que compartir un trabajo
también lo hacemos, es decir también ellos aceptan esa postura que no es
únicamente mía porque somos un grupo de unos veinte sacerdotes que estamos
directamente involucrados así, más bien son modalidades de trabajo que hoy creo
que saludablemente hemos superado que eso se transforme en una división
interna.
-P.N.N.: Si, se nota mucho. Esto es propio de las ciudades que
van creciendo. Se nota que las diferencias son grandes, de poder adquisitivo,
de bienes materiales, de bienes de consumo, de todo lo que se muestra y eso no
es bueno porque la pobreza de por si no es violenta pero la desigualdad si y
acá nadie pide que los que tiene mucho pasen necesidad sino que la cosa sea
pareja. Nuestro pueblo tiene una gran
cruz encima y es que las necesidades básicas están insatisfechas y eso es lo
que crea violencia porque el pobre si tiene un buen vivir y tiene lo que
necesita no le importa si hay otro que tiene más, ahora si el pobre ve que le
falta, que cuando quiere darse un gusto no puede porque no le alcanza, cuando
necesita una herramienta no se la puede comprar o los útiles para la escuela
del chico o los remedios cuando se enferma y hay otros que despilfarran eso si
es violento.
-¿Qué opinión tiene
del Gobierno Municipal cañadense?
-P.N.N.: Tengo una visión
positiva de la gestión en cuanto que se ven las obras, hay una cercanía con la
gente y lo que se pueda manifestar desde la brecha social no es algo que tenga
que resolver un gobierno municipal. Los problemas sociales, aunque no conozco
en detalle toda la gestión ni tampoco me voy a meter a investigar, pero en si
veo que por lo menos la cercanía con la gente está, los problemas sociales
existen pero no creo que sean responsabilidad de un gobierno municipal aunque
si algo se puede hacer en cuanto que hacerse escuchar en las esferas más altas,
eso posiblemente sea el próximo desafío de lo que tenga que hacer.
-¿Cómo es la relación
institucional de la Parroquia con el gobierno Municipal? Mucho se ha criticado
el tema de los carteles donde figuraba la gestión…
-P.N.N.: Me parece lógico porque siempre fue un riesgo, en ese
sentido estamos tranquilos con el padre Ernesto porque en ningún momento
buscamos ni beneficios personales ni
cosa que se le parezca, inclusive es muy diferente que los afiches puestos que
los diagramamos con Pablo Di Tomaso dicen “Municipalidad de Cañada de Gómez”,
no dicen “Gestión Clerici” hay una diferencia grande. La Municipalidad es una
institución que más allá de quien esté gobernando ahora va a seguir, esta
gestión va a pasar. Son riesgos de salir al frente para construir el bien común
y enfrentados con un gobierno municipal no se puede pensar, como con ningún
otra institución como andamos bien con las vecinales, o con los clubes u otras instituciones.
Lo que pasa es que en el tema político siempre es más delicado, lo que si nos
cuidamos mucho con el Padre Ernesto de que nada se transforme en un beneficio o
privilegio personal, que todo apunte a la estructura edilicia de la Parroquia
que es costosísima, a obras que después salgan en beneficio de la gente.
Periódico Libre “La Imprenta” de Cañada de Gómez
El padre Nestor es, sin dudas, un Santo de nuestros tiempos. Lo recuerdo con mucho cariño y respeto por el trabajo "enorme" que hizo en Las Flores y en gran parte de la zona sur de Rosario.
ResponderEliminares muy coherente con lo que dice y lo que vive y en rosario hizo mucho en la parte social dedicado a los pobres y enfermos que en definitiva lo que hizo y vino a hacer Jesús para que el resto lo siga haciendo hasta nuestros días
ResponderEliminarEs un genio,un buen hombre!! No hay palabras para describirlo ,con el tome mi primera comunión y me bautizó! Es el ser más amable q existe en la tierra!!un ejemplo a seguir, dnd lo veas va a estar el con su bici su guitarra y su sonrisa enorme :D
ResponderEliminarSanto varón, hermano amigo padre!! Humilde y Pastor con olor a oveja Gracias Nestor!!
ResponderEliminarMucho aprendí de él... Gracias!!!
ResponderEliminarEscuchenlo atentamente, porque sus palabras son las más sabías que podamos oír, desde las flores estamos muy agradecido
ResponderEliminarque alegria de verloauque sea por fotopadre negri soy victor dichiara de arequito su abuela era amiga de mi mamá i estubo muchas veces en mi casa saludos nestor un abraso
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