Por Quique De María
Es posible que el
ensuciador político sea la peor categoría de la especie.
Es un cretino con
pocos, no me atrevo a asegurar que ningún principio, y todo lo que hace es
ensuciar gente o colectivos a partir de mentiras o de su pariente más cercano,
la estafa; la que consiste en armar un cóctel compuesto con una pequeña dosis
de verdad diluida en un cúmulo de mentiras y falacias, que da como resultado un
engaño verosímil.
Puede habitar en el ropaje de un político de
profesión pero también de un abogado, periodista, médico, carpintero, maestro,
industrial, etc.
En sus operaciones,
jamás busca el bien común sino su beneficio personal y es raro que no se trate
de un individuo resentido, lleno de envidia y depravado entre otros tantos
atributos.
Deforma, siempre
deforma a los fines manchar el buen nombre de sus víctimas. Sus conductas
predilectas son la de victimizarse, la de promocionarse como una persona
intachable y como el ejemplo a seguir.
En general no posee mucha autonomía de
pensamiento y por ende, se limita a hablar por encargo de un tercero, quien le
arma el libreto.
Es fácil de detectar,
toma un elemento secundario aislado, que sea de público conocimiento y con esa
carta de presentación, procede a desplegar todo su arsenal de mentiras, la que
adquieren apariencia de verdad ya que vienen a continuación de la primera
aseveración comprobable (la única) Por ejemplo: el doctor Fulano de Tal se
recibió en la facultad equis.
El otro indicio que
los deja al descubierto, es que siempre atacan a uno o dos, incluso más
sectores y por muy fuertes que sean sus afirmaciones y en apariencia, muy
comprometidas, basta con ver que contra un determinado grupo nunca expresan el
menor cuestionamiento, pues es de donde proviene el beneficio que obtienen a
cambio de la indignidad.
El ensuciador político puede ser un esbirro
suelto… O un dúo… porque es frecuente que, desde su cobardía, no se atreva a
operar en soledad.
El ensuciador político
es cobarde, mentiroso y triste, por mencionar algunas de sus señas
particulares.
El ensuciador político es categóricamente
despreciable.
Por Quique de María
17 de julio (2018)
Imagen: https://www.portaloaca.com/opinion/11530-la-exitosa-empresa-del-periodismo-de-la-manipulacion.html
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