Un productor agropecuario de
Cañada de Gómez reclama sobre las altas tasas que deben pagar a pesar del mal
estado de los caminos rurales. Según el hombre resulta imposible acceder a su
campo ya que no se realizan los mantenimientos adecuados por los cuales los
propietarios contribuyen al consorcio. “Me
siento intimidado, obligado a pagar por un servicio que no me brindan” – declaró
a La Imprenta.
Sergio Giomo es productor agropecuario, es propietario
de una finca ubicada a unos 8 kilómetros al Este de Cañada de Gómez, sobre
el camino que divide a la mencionada ciudad con la localidad de Correa; donde
vive junto a su mujer y su hija.
“Hace uno años, me había puesto al día con el
tema de los impuestos rurales, la tasa municipal… pero no me arreglaban nunca
los caminos, entonces decidí no pagarlo más. Y hace dos o tres meses tuve que
hacer una escritura de una parte del campo, y bueno, por supuesto tenía que
ponerme al día con los impuestos nuevamente para poder hacer la escritura;
cuando fui a la
Municipalidad a pedirle, un resumen de mis deudas, sale en la
computadoras que mi cuenta estaba bloqueada, y que la habían pasado a Legales…”
– explicó Sergio Giomo a La
Imprenta.
Continuó Giomo: - “Voy de la escribana Martínez, quien me
está haciendo todo el teme de la escritura, ella se contacta con el abogado que
se dedica al tema, y cuando le pasan la deuda ascendía a 55 mil pesos aproximadamente;
estamos hablando de una deuda de hace 4 o 5 años; y pagando al contado, en
efectivo me hacían un 50% de descuentos en los intereses… y bueno no quedaba
otra que pagarlo, así que con todos los descuentos, quedaba algo de 33mil
pesos… y ahora ya me llegó una de las primeras boletas de este año, que ya la
pague hace unas semanas; pero los caminos siguen sin arreglarse”.
Como puede verse en las imágenes fílmicas y
fotográficas el camino por donde Sergio y otros tantos productores vecinos
deben transitar todos los días se encuentra en un estado calamitoso; y los lugareños
deben recurrir a una estrategia muy peligrosa a la hora de acceder por ese
sendero.
“Los caminos están deplorables, cuando tienen
ganas van y le dan una raspadita arriba y eso es todo lo que les hacen. El
camino que pasa por frente de mi casa, que es el que divide Cañada y Correa, no
lo arreglan nunca, porque dicen de un lado que es de Cañada y del otro que es
de Correa; pero los impuestos yo se los pago a Cañada y se tiran la pelota unos
con otros y nadie lo arregla; repito yo a los impuestos se los pago al Consocio
de Cañada de Gómez”- describió
Giomo, quién por otra parte nos contó: -“Los días de lluvia entro a mi propiedad
como puedo, subo clandestinamente a la autopista, decí que tengo la autopista y
me salva eso; un peligro aunque lo hago con mucho cuidado, no me queda otra
porque se inunda el camino cuando llueve, son unos quinientos o seiscientos
metros de anegamiento… y la ultima boleta que pagué de Consorcio Rural fue de
$2.300, para nada…”
El productor agropecuario tomó la decisión de dialogar
por estos inconvenientes con las entidades pertinentes, sin embargo las
devoluciones que recibió no fueron alentadoras.
Dijo Sergio Giomo: -“Reclamé en la Municipalidad , hablé
con gente del Consorcio, hablé con el contador y me dijeron que ya me iban a
dar una respuesta, que me iban a llamar pero nunca tuve ni llamado ni
respuesta”.
Añadió: -“Nunca me llegó ninguna notificación a mi
casa, pero las boletas sí me llegaron en su momento, pero las notificaciones de
deudas nunca… me siento intimidado, obligado a pagar por un servicio que no me
brindan; además ese camino lo utilizan varios vecinos que también se quejaban y
que algunos habrían dejado de pagar estos impuestos por el mismo motivo que yo”.
Otro de los problemas que debió afrontar el productor
agropecuario cañadense fueron los gastos de honorarios tantos de abogados como
los mismos impuestos atrasados, como el mismo dice por un servicio que no
recibe.
-“Además el abogado me cobra un honorario de
5.000 pesos sobre este caso que no sé porque me lo cobra, yo nunca recibí una
carta del abogado nada… no sé porque tuve que pagar ese dinero” – precisó Giomo a La Imprenta.
Sergio cansado de abonar impuestos y no percibir los
frutos de esa prestación argumentó que podía volver a endeudarse ante las tasas
del Consorcio especulando someterse a nuevos conflictos en situación similares.
Según Giomo, es una manera de exigir que se realicen los trabajos necesarios
por los que varios vecinos abonan.
-“Si sigue así creo que voy a dejar de pagar
otra vez, porque no puede ser que no arreglen los caminos; yo tengo que salir
un día apurado, por alguna enfermedad, no se como salir, o subir a la autopista
como hago siempre los días de lluvia, arriesgando mi vida y la de mi familia, y
la de los que transitan por la autopista; porque en ese caso estaría haciendo
mal las cosas sería yo, pero no tengo otra forma de entrar o salir de mi casa…
pero el Consorcio tiene buenas maquinas para arreglar los caminos, y también
está la plata; aunque no se porque no se hacen los trabajos, si se desvían a
algún lado, si la utilizan para otra cosa, la verdad que no entiendo porque no
arreglan los caminos como debe ser” – especuló casi con resignación.
Por último, dilucidó el motivo que lo llevó a
dirigirse a nuestra redacción en buscar de visibilizar su reclamo, y obtener de
una vez por todas las soluciones definitivas.
“No sabía a quien dirigirme para obtener una
respuesta, entonces tomé la decisión de hablar en este medio para ver si
alguien me daba bolilla; es la única forma creo que alguien me de respuestas;
con estos temas se reniega desde que yo era chico, mis padres, mis abuelos
renegaban siempre con esto; antes era municipal y tampoco lo arreglaban y ahora
que hay un consorcio privado están iguales los caminos… la solución sería el
arreglo de los caminos, hacer buenas cunetas, porque las que están esta
destrozadas y se inunda todo…”
LA
PALABRA DEL CONSORCIO
Consultamos a integrantes del Consorcio de Caminos
rurales para tener más información al respecto de cómo se administran los
impuestos y además le planteamos los problemas de los vecinos. El Consorcio Caminos Rurales cumple ya 14
años en actividad, y se trata de un ente municipal. En palabras del Consorcio,
la municipalidad le efectúa al Consorcio la facturación, y éste paga un
porcentaje de un 3% por la facturación, y ese porcentaje va para entidades como
Bomberos Voluntarios, El Hospital “San José”, y el resto es administrado por el
propio Consorcio, con la ayuda de un contador particular; pero siempre se rinde
cuentas a la Municipalidad de Cañada de Gómez. Las multas, antiguos,
retroactivos, son cobradas por el Municipio. Lo que cobra el Consorcio de
Caminos Rurales equivale a 3 litros de Gas Oil por hectárea.
“En esta época están en mal estado, porque no
nos dejan trabajar, si llueve todos los días… cortamos los yuyos y en dos días
los yuyos están con dos metros de altura y además cuando llueve los productores
salen con los tractores y las chatas… podes imaginar cómo quedan los caminos…” – argumentó un integrante del Consorcio.
METODOLOGÍA
Según algunas investigaciones realizadas por fuentes
extraoficiales, nos informaron que se podría tratar de una especie de negocio
inmobiliario oculto del sistema gubernamental local. Esto quiere decir, que el
sistema que se estaría implementando no es otro que el de enviar las
notificaciones de deudas a direcciones falsas o en lugares que los propietarios
deudores no puedan recibirlas en tiempo y forma; tras la acumulaciones de éstas
notificaciones, las causas pasan a al “departamento de legales” y la deuda se
incrementa de manera sideral, lo que llevaría a los propietarios a pagar altas
sumas o perder la propiedad, entonces quedaría en manos del estado municipal.
Si bien esto son sólo datos privados, fueron varios cañadenses quienes narraron
haber vivido situaciones parecidas, sintiéndose perjudicados y engañados
supuestamente mediante el mismo método.
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